Natural de Pamplona, Navarra.
Inicié mi formación en terapias manuales en la escuela Indalo en Pamplona, bajo la dirección de Antonio Liberal, realizando en sucesivos años cursos de Masaje Terapéutico, Masaje Superior, Medicina Natural, Auriculoterapia, Vendajes funcionales, Aromaterapia y el primer nivel de Drenaje Linfático.
Posteriormente en la escuela Hygea en Vigo, bajo la dirección de Arturo Fariña, realicé los cursos de Osteopatía Articular, Osteopatía Visceral, Terapia Sacro Craneal, Terapia Somato Emocional y Trabajo con el Sistema Inmunitario. Así mismo en esta escuela realicé un curso de Psiconeurosocioinmunología.
En San Sebastián entré en contacto con la Kinesiología.
Con todo este arsenal terapéutico, empecé a “jugar” aplicando principios osteopáticos con principios kinesiológicos, sorprendiéndome con los resultados. Primero me sorprendí con la posibilidad de establecer contacto con el cuerpo de las personas, y que preguntándoles por lesiones osteopáticas, las respuestas que me daban coincidían al 100% con los test osteopáticos de diagnóstico que realizaba sobre ellos. Y no sólo presencialmente, sino que los que realizaba a distancia kinesiológicamente y luego iba a comprobar osteopáticamente también coincidían.
Paulatinamente fui aplicando tratamientos kinesiológicos a lesiones articulares y luego osteopáticamente valoraba las correcciones, sorprendiéndome de que éstas se produjeran.
Es así, que llegué a la certeza de que tenía la capacidad para emitir ondas de corrección de lesiones hacia personas independientemente de dónde se encuentren. La explicación que puedo aportar por ahora, es que el cuerpo humano tiene la capacidad de ponerse bien al entrar en contacto con ondas de corrección, de autocorregir los desarreglos que se producen en su estructura, y que he encontrado la “llave” para estimular esta capacidad dormida. El por qué yo sí puedo emitir estas ondas de corrección y otras personas no, es algo que por ahora acepto sin más ya que no tengo ninguna otra explicación.
